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ámsterdam del alma

error en madrid

Escandaloso. En Madrid le han dado el premio a la tolerancia a Hirsi Ali. La bestia desinformada responsable: Esperanza Aguirre, presidenta de la comunidad. En vísperas del 11 de marzo. Un insulto a las víctimas del atentado de Atocha. Fueron inocentes que murieron a manos de unos bestias fanáticos. Y eso es lo que la señora Hirsi Ali es.
Ella quiere que las leyes distingan entre categorías de ciudadanos. Pretende que las libertades de la comunidad musulmana se recorten un poquitín; pues no son occidentales. Hay que entrar en sus casas a espiarles; hay que hacerles escaners integrales antes de darles trabajo; someterles, mediante técnicas de espionaje secretas –anticonstitucionales-, a continuo acoso; colocarles micros en las cocinas! … Esta mujer pone en peligro el estado de derecho holandés, pretende terminar con un culto -el islam-, en un país en que la libertad para profesar cualquier religión está garantizada en la constitución (que a ella le parece de otra época). Esta mujer ha declarado que respetar el derecho de igualdad ante la ley es no tener los pies en esta tierra.
A esta enemiga de las libertades le dan en el marco del doloroso golpe que sufrió Madrid hace un año el premio a la tolerancia. Me hace pensar en uno de esos grupos de madres o abuelas que se pasean por la plaza de mayo de Buenos Aires. Son dos o tres los grupos que llevan la palabra madre o abuela en su nombre, pero uno de estos grupos está compuesto por viejas farsantes, enemigas de las libertades, y declaradas amigas de, entre otros, los asesinos de Eta. Muchas veces se hacen pasar por otro de los grupos organizados de madres, para así conseguir parabienes por el mundo, las muy sinvergüenzas. De este modo, en España, por dos veces –que yo sepa al menos- les otorgaron premios y subvenciones (que después les retirarían), en virtud de su defensa incansable de las libertades. Falta de asesoría de las instancias emisoras.
Ni más ni menos, el caso de la Hirsi Ali.

La Hirsi Ali es una puta. Tengo muchas amigas – y grandes- que son putas, en el sentido de prostituta: mujer que cobra por follar; muy respetable. Pero luego tienes las putas-putas, de la especie puta integral, a la que pertenece este ejemplar que nos ocupa: cameladoras, mentirosas, falsísimas. Hacen uso de un arte reptilesco que pretende anular la razón del interlocutor; que se acompaña a menudo de una intención de que te compadezcas de su pena profunda, y de una carita de fémina dulce y frágil; con toque de perversidad, de esa que se expresa, sin dejar de avizorar tu mirada, bajando con misteriosidad la barbilla hacia uno de sus hombros, you know.
Y cuando una diputada emplea semejantes técnicas para hacer política, mal asunto. Todo lo intentará un putón para hacerse con estatus, y para ver sufrir a quien se le antoje a ella caprichosamente que debe pasarlo mal. Tal vez sólo porque alguna vez le dijeron fea en la calle. Mesalina al poder. Cuidado. Maneja conceptos de venganza. Sálvenos dios de este tipo de demócrata tolerante; my god. Se aliará con quien sea para aliviar sus necesidades de especie. Negará haber contratado nunca un asesino a sueldo para quitar a tu padre del medio; tu padre, que le hacía sombra. Ella?

Y la presidenta de la comunidad madrileña va y le da el premio a la tolerancia. Qué doloroso despropósito. España es un país donde, afortunadamente, no se ha efectuado una identificación entre mal y comunidad musulmana. Debería vanagloriarse de ello. Los españoles no pueden premiar la debilidad.

Ayer, la televisión holandesa pasó un programa sobre la víspera de los atentados del 11 de marzo. Pasaron por alto las últimas investigaciones desarrolladas por distintos institutos europeos, de las que se desprende que los españoles no hicieron la identificación que señalo entre terroristas y comunidad mora. Los reporteros holandeses prefieren elegir en la calle un par de intervenciones manipuladas de viandantes para ilustrar ‘la realidad española’. Y así, uno de los señores dice ante el micro que no sabe adónde vamos a parar con tanto moro; otro dice que esto es una nueva conquista mora de España; otro –una mora de pañuelo- dice que se siente tremendamente discriminada en las calles; los cristianos vamos a desaparecer, dice otro… Todo un ramillete de declaraciones que acompañan las imágenes de los trenes destrozados. Inmoral, la actitud de los informativos. Por qué necesitan demonizar lo moro? Por qué no pueden entender algo tan básico para vivir en paz, y justo, como que un individuo es criminal sólo si comete un crimen?

Moros en la calle comprando el pan = cristianos descuartizados entre hierros de trenes. Esa es la idea. Esa es la idea que enarbola el putón holandés-somalí. En la entrega del premio, por lo demás, realizó públicamente una identificación entre Van Gogh, coautor con ella de la película propagandística Submission, y las miles de víctimas de Madrid. Iguala así las peras a las manzanas.
La película -por cierto, pagada por el VVD, partido en el gobierno; su partido- recientemente fue comparada por el historiador holandés Geert Mak (en un librito sobre lo que pasa en Holanda, ‘Gedoemd tot kwetsbaarheid’ [Condenada a la fragilidad]), con una histórica película de propaganda nazi, ‘ Der Ewige Jude’, donde, como en el corto de Van Gogh-Hirsi, se dibujan textos de la tora sobre piel humana.

A la señora Hirsi Ali nunca le ha interesado hablar de España. En España no cuajan políticas xenófobas. En España se legaliza a los moros. En España no se admiten debates sobre la eliminación del derecho a igualdad ante la ley… Nunca pudo usar España como su modelo, porque en España no hubo represalias contra la población musulmana tras las bombas. En España no se quiere crear ciudadanos de segunda. Se le chafa el plan.
Pero ahora le dan un premio.

Los muertos de España nunca han sido sus muertos. Ni los de cierta clase afianzada en poder y medios holandeses. Se acuerdan de Atocha sólo con fines xenófobos. La pena de Madrid nunca fue tal. La manifestación de luto por las víctimas de Atocha fue mínima. Es mínima. Sus hitos son las torres y Van Gogh. Madrid no les tocó. Lo percibo desde hace un año.
Hoy nos habla la Hirsi de que los muertos de Atocha están en el mismo huequito de su corazón que Van Gogh.
No.
Es su oficio.

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