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ámsterdam del alma

día de la reina 2

día de la reina 2 De nuevo con ustedes. Esta patria exige mucho tiempo. En cuanto aprenda ingreso unas fotitas del otro día. Plenitud naranja. Fue muy soleado el día. Siempre lo es mucho más que los días que lo siguen y preceden. Mi teoría es que es tan grande el deseo de las gentes holandesas de celebrar este día, que el sol acaba brillando enloquecido. Es como la oración. Sabrán que se han realizado serios estudios: pones dos pabellones de hospital llenos de enfermos, coges un grupo de rezadoras y rezadores y les dices que recen sólo por los del pabellón A. Resultado: los del pabellón B no acusan la mejoría que los del A ni de lejos.

3 comentarios

laura -

El deseo de celebrar ayudado por el color naranja. Yo por cierto tengo una reliquia del Uri Geller: uno de los orange dots que bendijo para el público británico. Lo encontré en un librero de viejo de Amsterdam. Estaba vibrando, hasta que lo compré. Me convertí después de llegar a casa, poner el casete y ver cómo se iluminaba de color dorado o naranja la mia morada. Dormí después.

pepa -

mucha papela lamida por las esquinas a la mañana siguiente

Cocoliso -

La verdad es que a mí me parece un día insoportable! Tanta gente... no es para mí. Además este año tenía excusa para largarme.

Bueno, también es verdad que, en general, yo creo que no podría vivir en A'dam, y estoy mucho más tranquilo en mi aburrido suburbio de Denaaajjjjj (aunque a tiro de tram del centro)