el que llega a amsterdam
Hoy en día los que llegan, en su gran mayoría, entran a trabajar en la cadena del murciano, seguro que lo conocen. Trabajó con todos nosotros en el Rancho, pero acabó despuntando de jeque. Con otro de nosotros tiene montados unos cuantos bares de tapas que funcionan a full.
Y no sólo parrilleros hemos tenido, que también mucho y buen cocinero fino. Seguro que alguno nos manda alguna receta.
Dije que mi primer trabajo fue en el Rancho, consciente de la imprecisión, chicos. Mi verdadero primer trabajo fue en Canecao, el disco bar brasileño. Pero duré una semana, pues el dueño quería protegerme, hacia la oscuridad, de un italiano que me esperaba una noche en la calle después de trabajar y le dije que mejor yo me encargaba de mi propia integridad. Conque me echó.
También le había roto un estante de detrá de la barra de cristal, larguísimo y carísimo. Sin querer. De allí también recuerdo que a veces iba al terminar, a las tantas, a comprar shoarmas para los currantes a un local de a dos calles, y me acompañaban dos clientes bien afables del bar, un peruano al que había abandonado su novia gringa a la que amaba y no se la podía sacar de la memoria, y a mi otra vera llevaba yo un pakistaní o indio vendedor de flores y correveidile, que no hablaba ninguna lengua, la mitad de bajo que yo, y que era feliz conmigo, se notaba. Sin ningún ánimo de faltar, era como un perro. Y yo adoro ese temperamento despreocupado. Esa era mi corte. Y así cruzábamos Leidsestraat, yo con los tímpanos perforados de tanta samba.
11 comentarios
Lenny -
pepa -
Lenny -
petra -
El trabajo: muy difícil. En restaurantes y en limpieza, si eres ilegal (y cada vez menos).
cristina -
pedro -
Anónimo -
Anónimo -
mercedes -
Gilbert Ramirez -
Gracias
laura -