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ámsterdam del alma

el ángel desollado



Un par de sigletes de diferencia.

A mi dentista le descubrieron la bitácora. Se la van a publicar. En Egipto. Me enseñó las fotos para la promoción. Impactantes. Aparece seriísima, aunque con la comisura tirando parriba, mirándome de medio lado, como mora lista listísima que te recorre las circumbalaciones del cerebro hasta llegar a broca y dejarte sin habla. Con los brazos cruzados y prendas que podrían ser de feminista remaked del 19. De cuerpo entero sobre fondo blanco nuclear. Glub.
Seré un personaje suyo? De nuevo un personaje en novela ajena? Mejor no le cuento lo siguiente.

Sueño que ella está, de brazos cruzados etc., como en sus fotos, pero en la penumbra esta vez, en mitad de una sala amplia de edificio amsterdamés del17, que podría ser - dada la presencia de ella - vienés. Algún rayo amarillento entra desde arriba, y no alcanza a pegarle. Me dice, moviendo apenas las cejas hacia arriba, sin dejar de cruzar los brazos: ‘Sube, el tipo es culto, sabe lo que tiene en casa'. Y yo subo; los rayos más gordos, que dejan ver polvo. Y no sé cómo subo, pero llego al piso de arriba. Y tanto polvo que veía es porque aquello parecía casa en mudanza. Hay figuras, muñecos, estatuillas, como casa de coleccionista. Y yo pillo por allí objetos, mientras el dueño - supongo - pasa cerca, y me deja meter mano entre los muñecos.

Y eso es todo hasta que después, despierta ante el ordenador oigo un bocinón y miro por la window y me encuentro con un camión: de mudanzas. Y en el suelo, en ese momento, un ángel policromado, al que le falta la cara - un ángel desollado - que acaba de dejar uno de los empleados de Mudanzas International, y que está siendo recogido por un incrédulo viandante.
Debió ser mío.

1 comentario

luisa f. -

de verdad que se escribe así 'sigletes'?