cementerio hispano
La blogosfera ya cuenta con cementerio. Al menos para los muertos de esta ciudad. En cementerio ámsterdam se registran los hispanos caídos en Ámsterdam. Me imagino que el espacio para comentarios podría servir en este caso de espacio para oraciones, que bien que las necesitarán en el otro mundo, por lo que tengo leído.
Me refiero a la literatura del señor Francisco Candido Xavier, el brasileño que decía tener contacto con gente muerta de la que transcribía sus diarios y reflexiones (también científicas). Léase su The Astral City, que son las vivencias de un médico a partir del momento en que muere. Parece que la mayoría de los humanos pasaría primero por un temible purgatorio, antes de llegar a una especie de hospital, situado sobre la zona geográfica donde la palmas. Puritito platonismo. Y las oraciones, pues, de los vivos ayudan mucho a ponerse bien en el otro mundo. (Si has sido fumador, por ejemplo, tendrás en el precielo aún el tick de buscarte un cigarrillo encima de la oreja o en el bolsillo; y tendrás aún virtualmente sucios los pulmones. Y de todo ello hay que despojarse, mijos). Y no sólo ayudan a los espíritus que ya lograron llegar a la paraciudad de espíritus, sino, y sobre todo -pobres- a los que no se enteran de que están muertos y andan vagando por la casa aquí, penando o cantando. Sobre estos últimos he leído historias en paranormalia, también blogosférica.
Me refiero a la literatura del señor Francisco Candido Xavier, el brasileño que decía tener contacto con gente muerta de la que transcribía sus diarios y reflexiones (también científicas). Léase su The Astral City, que son las vivencias de un médico a partir del momento en que muere. Parece que la mayoría de los humanos pasaría primero por un temible purgatorio, antes de llegar a una especie de hospital, situado sobre la zona geográfica donde la palmas. Puritito platonismo. Y las oraciones, pues, de los vivos ayudan mucho a ponerse bien en el otro mundo. (Si has sido fumador, por ejemplo, tendrás en el precielo aún el tick de buscarte un cigarrillo encima de la oreja o en el bolsillo; y tendrás aún virtualmente sucios los pulmones. Y de todo ello hay que despojarse, mijos). Y no sólo ayudan a los espíritus que ya lograron llegar a la paraciudad de espíritus, sino, y sobre todo -pobres- a los que no se enteran de que están muertos y andan vagando por la casa aquí, penando o cantando. Sobre estos últimos he leído historias en paranormalia, también blogosférica.
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