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ámsterdam del alma

colombia aquí I


Ayer en el centro de congresos de la RAI se conmemoró una vez más la independencia de Colombia de la Corona española. Y allí estuvimos.

En el palco dos banderas: la de Colombia, y sobre ella la de Western Union Dinero a Colombia desde 8,99.

El cónsul en los Países Bajos, don Luis Ignacio Andrade, junto a una señorita peruana que actuaba de presentadora -la srta. Lujan- y otra más, colombianita, la primera con breve falda brasileña y la segunda mostrando el ombligo, se situaron en el escenario y esperaron la sintonía del himno colombiano, para, junto a todo asistente, cantarlo lejos de la patria. Pero el irlandés Davis, encargado de sonido, colocó el himno de orange, según nos informó la presentadora después de haber permanecido solemne junto a los otros dos en el escenario (y a miss Colombia Carnaval con corona, que me estaba olvidando), mientras el resto de asistentes correteaba y charlaba por la inmensa sala de la RAI. Luego ya sí se cantó a pulmón el texto colombiano. Y se dieron por inauguradas las fiestas de este año.
Este cónsul trabaja un montón, creo yo, por que se organicen los colombianos -y los latinos- de aquende los mares. Y añado yo que me parece que no hay comunidad como la colombiana. Son emprendedores y dignos. Cada cual dedicado a su actividad, respetando la de los demás, e interactuando. Y sin miedos. Y alegres.

Bailamos agusto musicona buena, de los Saoco y otros extractos. Estaban todos: el Marco Antonio, el cubano cantor, Rosales, Albano, el Dani, el contrabajista venezolano cuyo nombre ahora mismito no recuerdo, y que lo vi flaquísimo, una briosa pianista desconocida... También trompetas saxos y voces de Marejada. Y la acústica malísima, como se suele decir.

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