colombia aquí II
Unos protestantes colombianos con gafas te recibían ayer a la puerta ofreciéndote unas octavillas fotocopiadas con un texto loco loco, que transcribo:
[De imagen, un muñequito en grises con una banderita se supone que colombiana siendo agitada en su mano, de cuya boca, sonriendo ampliamente, sale el texto, que a su vez se sitúa junto a un título: 20 de julio de 1810 - 20 de julio de 2004. 194 años de libertad!']
"Nos de liberamos de España y ahora décimos: Listo papá, en lugar de: Vale tío! Juemadre, en vez de ostias! Comemos morcilla en vez de pata negra! Tomamos aguapanela en lugar de vino! Comemos arroz con pollo en vez de paella. Vacano, si o no?"
[De imagen, un muñequito en grises con una banderita se supone que colombiana siendo agitada en su mano, de cuya boca, sonriendo ampliamente, sale el texto, que a su vez se sitúa junto a un título: 20 de julio de 1810 - 20 de julio de 2004. 194 años de libertad!']
"Nos de liberamos de España y ahora décimos: Listo papá, en lugar de: Vale tío! Juemadre, en vez de ostias! Comemos morcilla en vez de pata negra! Tomamos aguapanela en lugar de vino! Comemos arroz con pollo en vez de paella. Vacano, si o no?"
La visión, pues, esta, de la Iglesia del Encuentro con Dios de la independencia; la visión que tienen de un gran día de fiesta. No es para espíritus como el mío el protestantismo. Y Colombia es católica. Inimaginable sin sus colores, sus santos, su música. Tú a Colombia no la conviertes. No le pides que te vote, hormiga. A cambio de qué, insolente. Vivan los santos y las santas. Viva el arte. Viva la alegría. Vivan las palabras bien dichas. Vivan las vírgenes.
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