la virgen de ámsterdam
Nadie lo sabe, pero en Ámsterdam se apareció la Virgen. La primera vez en Spuistraat, en 1917. El resto de veces (55) principalmente en el domicilio de Ida Peerdeman, en el sur de la ciudad (Uiterwaardenstraat 408-3, en el Rivierenbuurt).
Parece increíble que se haya constituido en secreto. Pero así es. Ya en mi post sobre el milagro del vómito, llamaba yo la atención sobre la (auto)censura en temas católicos por estas tierras.
Y llama mucho la atención este secretismo en temas glamorosos y divinidosos en el caso específico de las apariciones de esta Virgen de Ámsterdam, la Señora de Todos los Pueblos, que me vengo a enterar que es muy venerada en todo el planeta, y visitada a diario por peregrinos de todo el mundo (que llegan a la Capilla de la Señora de Todos los Pueblos, en Diepenbrockstraat 3, construida por cierto en vida de la vidente -muerta en 1996- gracias a los auspicios de la familia que erigió el imperio C&A / Vroom&Vreedsman, solidarizada y conmovida por el rechazo a la sufrida mujer por parte de la sociedad).
Ida Peerdeman -que presenció en exclusiva las manifestaciones de la Divina Mujer de pinta mediterránea- era una mediocre oficinista, tomada por histérica por la iglesia católica y el resto. Antes de ser visitada por la Virgen, estuvo poseída por el diablo ("Me voy a correr con todos vosotros, curitas!", les decía a los que la exorcisaban). Se conserva el testimonio de todos sus contactos con la Virgen: sus hermanas iban transcribiendo a su vera lo que a ella le iba transmitiendo aquella Mujer, que aparecía en la habitación a través de un portal teletransportador configurado de desconocida luz blanca de la que surgía caminando la Virgen.
Son 56 capítulos, en que la Virgen, de tendencia aparentemente marxista, europeísta y globalizante, le facilita a Ida Peerdeman información sobre acontecimientos que habrían de ocurrir en décadas posteriores a las apariciones (que tuvieron lugar durante 14 años, a partir de 1940), en un texto imaginativo, colorista y lleno de símbolos y de viajes a través del planeta, haciendo excursiones fuera de su biosfera, entrando en habitáculos terrícolas, también subterráneos, intentando descifrar conversaciones de los distintos entornos en que caía de mano de la Virgen; con todos los elementos para programar un entretenido videojuego lleno de intrigas, efectos especiales, guerras y bonitos colores. Entra, por ejemplo, en un búnker de Hitler, se encuentra con un Borbón (seguramente Juan Carlos), de importancia para Europa "más adelante", entra en reuniones de políticos que resultarán luego históricas, sobrevuela pueblos pintados de blanco de Oriente, "que dará una lección a Occidente", entra en contacto con las pequeñas partículas (negras) de Chernobyl... Un largo etcétera. Toda una volada.
Para peticiones a la Virgen de Ámsterdam, métase aquí, y aproveche para darse una vuelta por el que es su sitio oficial.
Parece increíble que se haya constituido en secreto. Pero así es. Ya en mi post sobre el milagro del vómito, llamaba yo la atención sobre la (auto)censura en temas católicos por estas tierras.
Y llama mucho la atención este secretismo en temas glamorosos y divinidosos en el caso específico de las apariciones de esta Virgen de Ámsterdam, la Señora de Todos los Pueblos, que me vengo a enterar que es muy venerada en todo el planeta, y visitada a diario por peregrinos de todo el mundo (que llegan a la Capilla de la Señora de Todos los Pueblos, en Diepenbrockstraat 3, construida por cierto en vida de la vidente -muerta en 1996- gracias a los auspicios de la familia que erigió el imperio C&A / Vroom&Vreedsman, solidarizada y conmovida por el rechazo a la sufrida mujer por parte de la sociedad).
Ida Peerdeman -que presenció en exclusiva las manifestaciones de la Divina Mujer de pinta mediterránea- era una mediocre oficinista, tomada por histérica por la iglesia católica y el resto. Antes de ser visitada por la Virgen, estuvo poseída por el diablo ("Me voy a correr con todos vosotros, curitas!", les decía a los que la exorcisaban). Se conserva el testimonio de todos sus contactos con la Virgen: sus hermanas iban transcribiendo a su vera lo que a ella le iba transmitiendo aquella Mujer, que aparecía en la habitación a través de un portal teletransportador configurado de desconocida luz blanca de la que surgía caminando la Virgen.
Son 56 capítulos, en que la Virgen, de tendencia aparentemente marxista, europeísta y globalizante, le facilita a Ida Peerdeman información sobre acontecimientos que habrían de ocurrir en décadas posteriores a las apariciones (que tuvieron lugar durante 14 años, a partir de 1940), en un texto imaginativo, colorista y lleno de símbolos y de viajes a través del planeta, haciendo excursiones fuera de su biosfera, entrando en habitáculos terrícolas, también subterráneos, intentando descifrar conversaciones de los distintos entornos en que caía de mano de la Virgen; con todos los elementos para programar un entretenido videojuego lleno de intrigas, efectos especiales, guerras y bonitos colores. Entra, por ejemplo, en un búnker de Hitler, se encuentra con un Borbón (seguramente Juan Carlos), de importancia para Europa "más adelante", entra en reuniones de políticos que resultarán luego históricas, sobrevuela pueblos pintados de blanco de Oriente, "que dará una lección a Occidente", entra en contacto con las pequeñas partículas (negras) de Chernobyl... Un largo etcétera. Toda una volada.
Para peticiones a la Virgen de Ámsterdam, métase aquí, y aproveche para darse una vuelta por el que es su sitio oficial.
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p.g. -