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ámsterdam del alma

me reí hoy a gusto

Empiezo el día escuchando, al salir de la ducha, una voz con inflexiones de distante reportero, corresponsal en las Naciones Unidas: “entonces el comisario superior para los refugiados tomó con sus manos derecha e izquierda las respectivas nalgas de la secretaria, acompañando el acto de alternos movimientos de avance y retroceso, de modo que las zonas más altamente erógenas del funcionario holandés rozaron inevitablemente una y otra vez el pubis de su -en el momento del suceso- secretaria. Los cargos por violación de la intimidad de la mujer están poniendo en entredicho la continuación en el cargo por parte del señor Lubbers, quien aún no ha ofrecido declaraciones a la […]”.

Me reí, me reí... por la forma más que nada, por la aplicación del estilo periodístico a un hecho tan frugal y familiar, y tan fuera de tono viniendo de un diplomático de su nivel, y no de un villager medieval cualquiera; y reíme a pesar de lamentar que alguien que está moviendo precisamente el culo por los refugiados, y que tan de frente le lleva la contra a la hija de hitler, pueda mandarlo al garete todo por calenturiento.

Luego seguí riéndome; y esta vez muchísimo más alto. Me reí de lo que le han hecho a la pareja política más hortera del país: el daltónico xenófobo y la africana renegada.
Resulta que leo en la portada del NRC que a Wilders, para protegerlo do suos malos enemigos, lo han metido, queridos lectores, -que me parto de risa-... EN LA CÁRCEL! HAahuaJajaju.. hu hu ehé ehé hAAAh... El xenófobo cuyo programa electoral se basa en el odio al extranjero -moros sobre todo, y más si son criminales- ha sido encerrado en la cárcel de Kamp Zeist, especializada en inmigrantes ilegales y colombianos boleros. Con razón la cara de alma en pena que carga las últimas semanas. Menuda confusión.
Me pregunto si no habrá sido una broma del ministro de justicia, ante la insistencia del teñido sobre su falta de seguridad ante los musulmanes, tan terroristas.

Ha estado muy bueno. Como también lo que le han hecho a la somalí 'lucecita-la-más-bonita', que ha sido encerrada bajo fuertes medidas de seguridad en el fuerte más acorazado de Ámsterdam: el de la Marina, cerca del Museo de la Marina. También para protegerla de los moros, que se la tienen jurada. Qué pena de mujer; encerrada sin haber hecho nada, como africana sin papel. No hay derecho. Qué risa, dios me perdone. No hay derecho en este país.""

1 comentario

petra -

jajajaja, gracias, gracias, por compartir el suceso, me he reído de buena gana.
Slds. P.