cocina pirata
En nuestra serie de platos de la tierra, hoy, Oriente y Ámsterdam se dan la mano en:
WOK HOLANDÉS
Ingredientes:
500 gramos de patatas de la pequeñas y redondas
300 gramos de coliflor
200 gramos de zanahorias
2 cebollitas
1 diente de ajo
2 cucharadas soperas de aceite
1 cucharada sopera de curry
el zumo de un limón
25 gramos de coco rallado
0,125 litros de caldo de pollo
Instrucciones:
Freídme las patatas cortadas en cubitos con el aceite, que habréis derramado en el wok, instrumento que constituye en esta receta un fuerte elemento criollo, y que se estableció definitivamente en los estantes de gran parte de los hogares holandeses en los últimos 7 o 5 años.
Al wok con aceite, pues, añadiréis la coliflor, cortada en pequeño, así como la zanahoria y las cebollitas. El conjunto de estas verduras, bien conocidas de los bisabuelos de nuestra autóctona población (sobre todo la coliflor, de mayor capacidad calorificante, tan buscada en tierras frías), lo pondremos a calentar; tras lo cual espolvorearemos el coco, tan empleado en cocina oriental, de donde también nos prestaron el wok, y que nos proporciona el leve sentimiento de estar creando. Será este el momento de ir echando el caldo de pollo, de a poquito. Y sólo nos queda condimentar con el curry el conjunto, y con el ajo -machado-, tras lo cual lo rociaremos todo con el zumo de limón. Esperar a que se haga y a comer.
WOK HOLANDÉS
Ingredientes:
500 gramos de patatas de la pequeñas y redondas
300 gramos de coliflor
200 gramos de zanahorias
2 cebollitas
1 diente de ajo
2 cucharadas soperas de aceite
1 cucharada sopera de curry
el zumo de un limón
25 gramos de coco rallado
0,125 litros de caldo de pollo
Instrucciones:
Freídme las patatas cortadas en cubitos con el aceite, que habréis derramado en el wok, instrumento que constituye en esta receta un fuerte elemento criollo, y que se estableció definitivamente en los estantes de gran parte de los hogares holandeses en los últimos 7 o 5 años.
Al wok con aceite, pues, añadiréis la coliflor, cortada en pequeño, así como la zanahoria y las cebollitas. El conjunto de estas verduras, bien conocidas de los bisabuelos de nuestra autóctona población (sobre todo la coliflor, de mayor capacidad calorificante, tan buscada en tierras frías), lo pondremos a calentar; tras lo cual espolvorearemos el coco, tan empleado en cocina oriental, de donde también nos prestaron el wok, y que nos proporciona el leve sentimiento de estar creando. Será este el momento de ir echando el caldo de pollo, de a poquito. Y sólo nos queda condimentar con el curry el conjunto, y con el ajo -machado-, tras lo cual lo rociaremos todo con el zumo de limón. Esperar a que se haga y a comer.
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