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ámsterdam del alma

las drogas y la noche I

A la puerta del Albert Heijn estaba tocando la guitarra el Pablo. Tuvo un pasado de oro junto a Felipe Campuzano, en sus giras por España y las Américas. Tocaba hoy La bohemia a lo flamenco king. Sonaba nostálgico. Él es yonki de la heroína. Y su mujer, que a veces le acompaña. La bohemia es bonita canción, en todos sus versiones, pensé. La letra se la puse yo para mis adentros. La letra que cantaba mi hermana cuando yo era niña. ‘La bohemia que yo soñé su luz perdió. Hoy regresé a París, crucé su niebla gris, más ya la han derrumbado. Las lilas ya no están ni lalalalalalalalalalalaa, y han puesto en su lugar abajo una café bar y arriba una pensión. La bohemia... la bohemia que yo soñé su luz perdió; la bohemia... la bohemia era una flor que lalallallalllaaa... y siempre sin dormir. Y hasta el amanecer posabas para mí, a veces sin comer y siempres sin dormir. La Bohemia, La Bohemia era una flor que ...' Me puso nostálgica.
Este hombre acabó pues en las calles de Ámsterdam.
Ya no queda nadie en la bohemia. Y sólo unos cuantos de aquellos siguen metiéndose cochinadas. Tienen que ser muy perdidos, o músicos, para meterse cosas serias seriamente. Aunque qué es serio. La coca? No, pues. Pero bien, el glamur de entonces, cuando había noche, se fue.

Hoy creo que pegué por la mañana un salto en el tiempo: vi pasar camiones con chicuelos que llevaban pancartas con hojas de marihuana estampadas y otros motivos cannabiescos. Y me corrí la raya del ojo con los nudillos. Decía en grande escrito por todas partes: LEGALIZE. Pero no estábamos en la única ciudad del planeta Tierra donde la política de drogas no es que esté tan mal encaminada? Qué habrá sido? Luego me entero.

Y volviendo a la bohemia: no hay. Todo cierra tempranísimo. No puedes comer en ningún sitio a partir de las12 de la noche. Y con el estómago vacío no se puede hacer nada. La gente se va a Berlín u otros sitios, donde se dan las condiciones para crear, dicen los vanguardistas con más gases contra diafragma. Por cierto que ahora el ayuntamineto quiere acabar con el poco espacio que queda para vivienda social en Ámsterdam. Están echando a los pobres. Va a ser aburridísimo luego, con tanto encorbatado haciendo negocio nomás, veo yo poye.

Que lo de los camiones [26] que pedían legalización fue hoy [5-6-4] para todo el mundo. Iba en primer plano del acto (Legalize! Street Rave) el dj Raymond K, que estuvo en cana en Estados Unidos por llevar no sé cuánto encima. Por ahí va. Ámsterdam, ciudad universal.

Un buen trabajo está haciendo por las noches Rodrigo, que lleva Qué Pasa: en la sala de conciertos Melkweg los jueves el chaval, un chilenito bien capaz, se encarga de amenizar el cotarro a hispanos y holandeses. Pone cumbia, nuevas cosas latinas, mucha pachanga, bien mano negra, con alegría. Eso dicen. Y además invita a músicos de todas partes. Ahora está al caer Amparanoia. Ha traído a Sargento García y muchos más. Y me acuerdo ahora de que, no obstante, esta sala con quien él tiene el contrato no tiene los huevos ni es tan generosa como Paradiso, que emite por internet en directo sus conciertos. (fabchannel.com).

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