la casa del sueño
Dice mi novio que si acaso aspiro a convertirme en un tipo de Anita Frank II. "Escribir un diario en Ámsterdam (y ser extranjera), vivir cerquita de donde ella vivía (y no poder decir dónde), saberse rodeada de nazis,... todo muy sospechoso" -diría él ahora atusando sus inexistentes bigotes.
Sí parece que he estado en su casa con su familia y allegados, estando viva ella (y 'vivo' yo, pues no fue en vida de Yo, Pepa, sino en otra donde yo era hombre, y las rubias se me tiraban, como en un sueño, que ya conté).
Y daré un dato ya que excuse el presente ombligotazo y haga honor al carácter reporterero de esta bitácora de su agrado, lector mío:
quieren abrir una residencia de escritores en lo que fue la primera casa de Ana Frank, la ubicada en una calle-plaza por la que yo caminé en mi lúcido sueño, donde Anita posa preciosa con zapatos gigantes junto a patinete. La casa alojará a escritores perseguidos de otros países, que lleguen a refugiarse aquí. Vaya morbazo.
Sí parece que he estado en su casa con su familia y allegados, estando viva ella (y 'vivo' yo, pues no fue en vida de Yo, Pepa, sino en otra donde yo era hombre, y las rubias se me tiraban, como en un sueño, que ya conté).
Y daré un dato ya que excuse el presente ombligotazo y haga honor al carácter reporterero de esta bitácora de su agrado, lector mío:
quieren abrir una residencia de escritores en lo que fue la primera casa de Ana Frank, la ubicada en una calle-plaza por la que yo caminé en mi lúcido sueño, donde Anita posa preciosa con zapatos gigantes junto a patinete. La casa alojará a escritores perseguidos de otros países, que lleguen a refugiarse aquí. Vaya morbazo.
2 comentarios
pepa -
Marissa -