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ámsterdam del alma

aún hay patria


Estoy más que feliz. Pedía yo a Dios en estos Días que me mandase alguna señal: "Por qué no me das la oportunidad de entonar loa alguna? Dame una alegría. Dime que existe beldad en estas tierras, tlo suplico. Dime que no estoy loca de aburrimiento; dime que no estoy endiablada; dime que no estamos totalmente solos aquí; que los dioses bárbaros defetaron. Dime que hay aún hierros que arden... oh señor". Y me envió a los pocos días dos señales:


Muere Oltmans. Y no es su muerte lo que me alegrase. Pero se reactualiza su figura, oculta tanto tiempo tras el cáncer pesadísimo. Es un periodista nacido en 1925, que se llevó siempre a matar con el Estado holandés. Nunca logró nadie acoquinarlo. En su obra (90 metros de lomos) entre otras cosas destapa toda una serie de escándalos del reino, por lo que desde el poder se le hizo la vida imposible. En los últimos años de su vida decidió contraatacar. Se querelló contra el Estado, argumentando que este mantuvo una sistemática política de sabotaje de su carrera durante 30 años. Ganó el juicio -4 millones de euros- (gracias a que en 1999, por un cambio de legislación, se le reconoció el derecho a acceder a documentos secretos). Oltmans aseguraba -de perogrullo, pero hay quien lo ignora- que cualquier Estado, incluso aquellos que gozan de una constitución y una imagen tan liberales como el de Holanda, son capaces de ejercer las mayores tiranías. Su triunfo ante la ley fue un triunfo para Holanda. Pidió eutanasia.


La otra beldad es una emisora de radio, holandesa, que acabo de descubrir (bnr nieuwsradio o bien 100.10 fm). Noticias todo el día. Fresquísimas. Tienen en cada puerto una rubia reportando lo que yo quiero oír en cada momento.

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